El pasillo es muy largo y tu al final de él me llamas con la sonrisa que me mata,
que me deshace por dentro y me recuerda el amor que por ti siento,
avanzo corriendo para estrecharte entre mis brazos,
para besarte con la pasión que retumba en mi pecho,
que se confunde con los latidos de mi corazón.
Cuanto más corro más lejos te veo,
las lágrimas me limpian mis ojos desaparece la bruma que me nubla la mente,
entonces recuerdo con nitidez que ya no estas que hace tiempo que te fuiste para no volver.
Imagen propiedad de Marcos Ferreiro.
https://sietesombras.es/2016/05/24/240516/#like-4714
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Velehay 
Es precioso tu poema de hoy, pero triste, así me sentido mientras te leía. Yo hasta lo pondría en mi blog.
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Todo no es alegría en poesía el drama y la melancolía es tan importante como el amor.
Puedes hacerlo si así lo deseas. Gracias.
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Antonio mira tu correo, te mande uno. Gracias. Que pesado soy 🙂
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Jajajaja. Que no hombre que por lo poco que se vio en la foto no estas muy gordo. 😉
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jajaja como te fijas jajajajajaj
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Soy como los mochuelos, hablar no hablo pero me fijo una barbaridad.
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Yo creía que solo te fijabas en las chicas jajajaja
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Melancólico pero genial, me recuerda esos largos pasillos de internado interminables a los que en sueños jamás llegaba al final.
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Si se parecen un poco. aunque nunca he estado en uno ni en sueños, solo de las película.
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Pues yo sí y es horrible 🙂
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