Leyendo un post del amigo Pablo (El aguijón escarlata, para aquellos que no lo conozcan) os dejo el enlace del mismo para que lo leáis.
https://elaguijonescarlata.wordpress.com/2016/10/17/el-no/
Siempre me han dicho que soy bueno con las palabras, bueno en el sentido de darles doble sentido (aunque sea una redundancia es así) Quizás influya mucho el que en castellano una palabra signifique varias cosas según el tono o el contexto (se me viene a la memoria la palabra cojones) Si como lo lees y os dejo un enlace para que veáis los sinónimos de tan insigne palabra que hace mención a los atributos masculinos.
Cuando empece en el mundo laboral lo hice como aprendiz de camarero, si en aquella época había aprendices, no todos eramos como ahora profesionales del ramo en el que empezamos a trabajar, entonces teníamos que empezar desde abajo, en mi caso limpiando copas, cubiertos y platos antes de empezar a montar mesas o servir cervezas eso lo hacían los ayudantes, no como ahora que cualquiera es oficial de primera en su ramo aunque lleve dos meses en un puesto, en aquel tiempo no eras mas que eso, un simple aprendiz que se llevaba un coscorrón si rompía una copa al sacarla brillo o un plato al secarlo.
Mi jefe de entonces era de la vieja escuela (o sea que había aprendido a base de pescozones) tenía un bagaje muy bueno, hablaba Ingles, Sueco, Alemán, Noruego y como no castellano aunque este último era el que peor hablaba siendo oriundo de Linares, Jaen. Salió de muy joven con apenas trece años para trabajar en Suecia, allí aprendió todo lo que sabía que no era poco y con el aprendí mucho de lo que hoy sé, no solo de hostelería sino de la vida en general ya que por aquel local pasaron muchas personas de distintos países, sobre todo de los países nórdicos, gente con unas costumbres y una forma de vida muy distinta a la nuestra, también trate a ingleses, italianos, franceses y alguna que otra nacionalidad mas, quizás al ser yo tan joven no supe sacarle todo el partido que podría haber sacado en aquel tiempo, pero aprendí mucho y unas de las cosa más importantes era el don de la palabra, las palabras abren muchas puertas si sabes utilizarlas como es debido, también aprendí de que los libros son una fuente inagotable de conocimiento, puedes viajar sin moverte del sofá o de la cama o de donde más te guste o prefieras leer, entonces no entendía el porqué, hasta años más tarde no lo comprendí, porque los extranjeros llevan siempre un libro encima, vayan donde vayan.
Aprendí con el tiempo algo que algo que me dijo mi jefe, que se me quedo grabado, fue. «Seras un buen profesional cuando aún cliente mirándolo a la cara lo llames hijo de puta y te de las gracias por ello» Se que suena fuerte y quizás hasta grosero pero es un ejemplo y es el que a mi me puso para hacerme entender a que se refería con ello. Con el tiempo me di cuenta que tenía razón y no es lo que dices, sino como lo dices, en el post de Pablo le he puesto una foto al respecto, se puede decir lo mismo según las palabras que uses, con unas puedes ofender y con otras no aunque con ambas intentes o quieras decir lo mismo.
El don de la palabra es algo que tiene el ser humano y que es un arma muy poderosa cuando sabes utilizarla, con esto no voy a decir que yo sepa utilizarla, pero voy camino de ello y quizás con el tiempo y a base de leer lo suficiente. ¿Que cuando es suficiente? Nunca, nunca es suficiente, siempre hay que ambicionar más y más.
Como dijo aquel sabio «Daría todo lo que se por la mitad de lo que ignoro»
Jajaja estupenda entrada Antonio gracias por hacer que el miércoles dormilón se haya ido con la entrada, que cojones haría sino 🙂 BESOS LLENOS DE SONRISAS Y CARIÑO, MUACKSSSSSS.
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No se que cojones hariamos, pero por mis cojones que aburrirnos no nos aburrimos, manda cojones la carga leña. 😉 Besos.
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Jajaja vaya cojones como te pones 🙂 MUASHHH voy a ver si me puedo echar una siesta cojonuda 😉
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Totalmente de acuerdo.El como se dice,lo es todo.Saludos
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Efectivamente tenemos un idioma muy rico y polisémico y dependiendo del contexto y del tono podemos enviar diferentes mensajes con las mismas palabras. Por cierto, si te parece que cojones tiene muchos significados, tendrías que echarle un vistazo a nuestro «carallo» gallego. Jajaja!
Saludos
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También conozco la palabra carallo, mi hermana la usa mucho, mi cuñado era gallego y mis sobrinas lo son. Gracias por la aportación María. Un abrazo. 🙂
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¡Cojines!
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Esos son los que uso yo para apoyar la cabeza cuando echo la siesta, cuando hay que echar un par son cojones. 😉
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También se pueden echar un par de cojines.
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Si pero esos pesan poco, debe de ser por la espuma de su interior.
Los cojones deben de ser de acero por lo que se ve, aunque algunos los tienen de plomo por los que los pesa. 🙂
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Pues yo los tengo menos resistentes, ¿eh?
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Gracias por mencionarme, Antonio. La forma de comunicar es lo que determina en muchas ocasiones el camino que tomará una relación. Y ciertamente, «cojones» tiene muchas acepciones 😀
Un abrazo.
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Fantástico Antonio. Siempre el don de la palabra, eso tan hermoso que a los humanos nos hace diferentes. Feliz noche.
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🙂 Feliz 🌙
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Las cosas claras y el chocolate espeso, que diría mi madre,
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Tú madre sabe bien lo que dice, en mi pueblo se dice » Las cosas claras y la amistad que dure»
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Mi madre era más lista que él hambre mi vida
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Un detalle más…» El 90% de las discusiones surjen no por las discrepancias sino por el tono equivocado»
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Cierto. Tenemos por costumbre sacar las cosas de contexto y eso nos lleva a los malos entendidos y a las discusiones. Un abrazo.
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