
Hoy he decidido parar,
no voy a talar más,
voy a afilar el hacha.
He estado talando,
y mientras lo hacía, pensaba,
que de seguir talando
el hacha puedo llegar a mellar
o lo que es peor el astil a quebrar.
Así que ha llegado el momento de parar,
hasta ahora he talado muchos bosques
y otros muchos me quedan por talar,
para seguir con la tala el hacha he de afilar.
Una enseñanza formidable y una narración que invita a continuar explorando.
He puesto la mirada en mi hacha y me percato que está pidiendo a gritos que le dé un buen afilado.
Nuestros refuerzos deben ser bien organizados sin que falte nada, solo así seremos productivos.
El afán desmedido sin cordura nos retiene.
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Gracias Miguel por tu comentario, me alegra saber que puede ayudar de algo.
Saludos.
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