Después de unos meses -cerca de un año- sin publicar en este reto de Lídia Castro Navás «Escribir jugando» retomo el reto con el beneplácito de la anfitriona, si me lo concede.

La diosa de la sabiduría se uniría al dios de la vida, para dar comienzo a una nueva raza de seres, los hombres.
Unidos por el invisible hilo de la vida se encontraron por fin bajo las ramas del viejo sauce, no fue casualidad, la madreselva así lo dispuso desde su venida al mundo, en aquél paraje, dónde las ramas del sauce vibraban como las cuerdas de una lira, transmitiendo al aire una dulce melodía.
75 palabras sin contar el título.

¡Ha valido la pena la espera! Me encanta el micro, Antonio. Muy bien «hilada» 😉 la historia con cada elemento, al que has dotado de vida propia. Parece el inicio de una Cosmogonía. Muy mitológico todo. Enhorabuena. Espero que no tardes tanto tiempo en participar de nuevo 😃
Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo.
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Muchas gracias guapa. Tranquila he vuelto para quedarme. 😉
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Muy bonita entrada, muy poética (no podía ser de otro modo). Saludos.
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Muchas gracias guapa. 🙂
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Ahí estamos, Antón. Hasta te han sobrado palabras para cumplir con el reto en todas sus condiciones. 🍻👍🏼
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Hola chaval, esas me las reservo para próximo.
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Pues en el siguiente nos leemos. 🍻🖐🏼
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