
El café quema en mis manos,
como aquellas últimas
palabras que nos cruzamos.
Las palabras duelen tanto
que me tomado un calmante
para olvidarte.
Ahora cierro los ojos
y no quiero pensarte.
El café me desvela
no me deja dormir,
para no soñarte
y aún así no puedo olvidarte.
#poemasaromadosacafé
