Este es mi relato para el reto de Lídia Castro Navás «Escribir jugando» correspondiente al mes de abril.

Cansado de cabalgar otro día más, el unicornio se aparto de resto y se dispuso a contemplar el color lapislázuli del cielo, en el que brillaban las siete estrellas -de una constelación desconocida por el- de un rojo fuego incorpóreo. En el aire un aroma a alhelí lo impregnaba todo.
Era todo tan distinto, el ambiente de la tarde, con el bullicio de gente, el ruido que contaminaba todo, a la paz de estas horas antes del nuevo día, pesaroso agacho las orejas, recogió la manta se la echo en el lomo y volvió a su lugar en el tiovivo.
100 palabras sin contar el título

Me encanta tu relato para este mes, he disfrutado al leerlo. Saludos
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Muchas gracias 🙂
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