Vuelvo a aquella casa que nos vio sonreír,
en la mesa, aún están las marcas del último café
que nos tomamos juntos,
en aquella tarde de frío.
Hoy no hay más rastro de tú presencia
que el escalofrío que sentí al entrar
y recordar aquellos momentos que disfrutamos al anochecer,
el calor de nuestros cuerpos al abrazarnos,
la sensación de tus besos recorriendo mi cuello.
El frío me estremece,
la soledad me acongoja
y el no saber de ti me destroza el alma,
diría el corazón, pero ese ya se me partió
cuando te fuiste sin decir Adiós.
#poemasaromadosacafé
