
El café se enfría como el amanecer, al morir la noche y nacer el día.
Mis manos frías abrazan tu cuerpo, el calor que desprende templa mis dedos,
que lentamente se deslizan de arriba abajo,
absorbiendo la temperatura que pugna por escapar
como volutas de humo con el viento.
Así eres cada día,
fría cuando estas vacía, caliente y estimulante cuando estas repleta.
Quién diría que una taza de café llenaría de satisfacción la vida.
#poemasaromadosacafé