Este poema lo he escrito para Melani Garciai, desde el cariño y la amistad que nos profesamos desde el minuto uno que nos conocimos.

El destino quiso que nuestros
caminos se cruzaran,
que las palabras hechas
versos nuestras vidas alcanzaran.
Hace ya mucho de aquel momento
en el que nos dimos el primer abrazo,
desde entonces nuestra amistad
se fue forjando,
hasta el día de hoy
en el que el cariño que nos profesamos
va más allá del espacio.
Te abriste a mí como una flor al verano,
no nos importo,
el que ni tu, ni yo,
el rostro del otro vio.
Una imagen dicen que vale más de mil palabras,
no hay imagen que borre las nuestras.
Somos como amantes separados
por el tiempo y la distancia,
tan solo nos acercan las palabras.
La efímera belleza,
jamás marchitara
la flor de la bondad
que ahonda sus raíces
en el corazón de la amistad.
El amor,
crece como una ola dentro del mar,
hasta llegar a la orilla,
y romper con la fuerza de un huracán,
dejemos que el nuestro crezca hasta
ser el tsunami que nos una cada día más.
