
La noche me alcanza de nuevo.
El sueño,
asustado se aleja de mi,
me lloran los ojos al no poder dormir,
siento que el cansancio me derrota,
mis músculos agarrotados amenazan
con salir a través de mi piel,
no quieren vivir en mi,
y aún así sigo despierto,
no puedo dormir.
Cierro los ojos,
no quiero pensar,
me agota tan solo mirar,
mientras mi mente alocada no puede parar,
corre como loca,
teme que el tiempo se pueda agotar.
Y así, desbocada,
galopa sin cesar noche tras noche,
sin darse cuenta que en su devenir
los mejores versos me hace sentir,
me levanto y me pongo a escribir
para que poemas como estos te lleguen a ti.
Sin sentido, con sentimiento.
Dormido y a la vez despiertos.
Dolido y sereno.
Caótico y cuerdo.
Cansado y sediento,
de letras y versos.
