
Dice que los sueños se hacen realidad
si los sueñas con ahínco.
Yo que sueño cada noche contigo
ya no distingo lo onírico de lo real.
Si es cierto que se hacen realidad,
ya queda poco
para que nuestros cuerpos se puedan abrazar.
Que podamos sentir el calor
que desprende la pasión,
que los besos sellen este amor,
que ni el tiempo,
ni los sueños pueden obviar.
Yo sigo/seguiré soñando,
noche tras noche,
con tanto ímpetu,
que ni el efecto
del café negro
lo puede/podrá impedir.
Si tu hicieras/sintieras lo mismo
los sueños
nos acabaran por unir.
