Despertó una noche,
sin comprender que es lo que había provocado su desvelo,
aturdida, miro a la oscuridad algo en su interior la incitaba a
poner los pies en el suelo, a caminar en la oscuridad.
Un ínfimo rayo de luz apareció ante sus ojos,
hacía el se dirigió, en el fondo de la habitación,
un baúl se encontraba, como había llegado hasta allí,
lo ignoraba, pero allí estaba.
Lentamente se acerco y con precaución lo toco,
un leve calor su cuerpo recorrió,
como una si de electricidad estática se tratara,
su vello se erizo y un escalofrío su espalda recorrió.
Muy despacio, como si de un jarrón Ming se tratara,
fue levantando la tapa del baúl,
comenzó a irradiar un resplandor blanco,
poco a poco fue llenando el salón.
Osada, la cabeza fue acercando y de su interior,
mariposas de colores salieron volando,
en el fondo solo quedo el comienzo de sus
SUEÑOS
Foto de Julia Romero Rios.
Qué lindo! Un cordial saludo!
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Muchas gracias. Un abrazo 🙂
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¡Qué bonito Anton!
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Me legra que te haya gustado. Un abrazo 🙂
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Me encantó la mezcla entre poema y cuento. Muy bueno, Antonio.
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