Este es mi relato para el reto de Lídia Castro Navás, escribir jugando correspondiente al mes de julio 2022.
De repente se escucho una melodía de violín, de la nada apareció un hada, con su varita apunto hacía un montón de cachivaches que había en un rincón de aquella vieja habitación, de latas de conservas vacías, cucharas viejas y otros achiperres creó un pequeño ser muy simpático de apariencia, para su cerebro y corazón uso una parte de ella, creó un mineral de hada.
Si Pinocho pudo ser creado de un árbol de pino, porque no iba ella otra hada a poder dar vida a Latitas.
Esta es mi aportación al reto de Lídia Castro Navás escribir jugando correspondiente al mes de junio de 2022.
Flor de la abundancia
En el fragor de la batalla entre hombres y bestias aparecio en lo alto del cerro aquel impresionante ciervo, si bien es cierto que no destacaba por su cornamenta, si no por el aura que lo envolvia, sus ojos de un verde turquesa brillaban como malaquitas en la noche, alzo su testa, de sus cuernos manaban semillas de la abundancia quese iban regando por doquier con su cabezeo, estas apaciguaron las ansias de sangre de los contendientes.
Hombres y bestias se arrodillaron ante aquel ente.
Los dioses decidieron poner así fin a aquella locura.
Cuando leí la primera parte del libro *llega-la-noche Eyre pensé que su autora Alex Florentine lo había bordado, que no podría superarse con este nuevo libro.
Cuán equivocado estaba ya que en esta segunda parte, lo ha igualado en cuanto a trama, acción -aunque no haya sido tan sangriento como el primero- dicho así suena irónico tratándose de un historia o mejor dicho de la continuación de una historia de vampírica.
No voy a entrar en muchos detalles por aquello de no hacer spoiler, si Eyre, o sea la primera parte fue, -digámoslo así- fue demencial, en esta segunda ha sido totalmente racional, un argumento al más puro estilo de un clásico de Poirot de Agatha Christie’s.
Una trama muy enrevesada, con muchos hilos donde tirar y que todos te llevan a la misma madeja, ni la mismísima Mina la hubiera enrollado tanto en sus juegos, pero si eres paciente y te lo tomas con calma y /o una bolsa de sangre, seguramente ataras todos los cabos.
Si bien es cierto que su autora nos deja abierta la puerta para una tercera entrega dado que nos queda mucho por descubrir, conocer al futuro hijo/a de Eyre y Gabriel, o ver que ocurre con su hermano y/o hermanos. Son muchas cosas que aun no sabemos y que están ahí por descubrir, no quiero meter presión a la autora, pero ahí lo dejo.
*Os dejo el enlace a la reseña del primer libro pinchando arriba.
Y ni que decir queda que podéis adquirir esté y el resto de libros publicados por Alex Florentine en Amazón (en digital) o poniéndote en contacto con ella (si lo prefieres en papel y hasta dedicado).
Este es mi relato para el reto de Lídia Castro Navás «Escribir jugando» correspondiente al mes de abril.
Cansado de cabalgar otro día más, el unicornio se aparto de resto y se dispuso a contemplar el color lapislázuli del cielo, en el que brillaban las siete estrellas -de una constelación desconocida por el- de un rojo fuego incorpóreo. En el aire un aroma a alhelí lo impregnaba todo.
Era todo tan distinto, el ambiente de la tarde, con el bullicio de gente, el ruido que contaminaba todo, a la paz de estas horas antes del nuevo día, pesaroso agacho las orejas, recogió la manta se la echo en el lomo y volvió a su lugar en el tiovivo.