
Corazón de piedra,
blanco duro y helado.
Por tu interior
ya la vida no late,
la sangre se perdió entre latido
y latido vaciando
de sentimientos sus venas.
El amor se marchito cuando
él paro su canción,
pum pum, pom pom
su ritmo acompasado
se detuvo sin remisión,
aún su intento de latir
la muerte le llego,
la palidez le cubrió
y el amor se perdió
en un lamentable,
silencioso
y doloroso adiós.
Triste pero bello poema, Antonio.
Fuerte abrazo.
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Muchas gracias amigo.
Otro abrazo para ti.
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